Declaración sobre las pruebas con animales
“Los animales utilizados en los estudios de Factor GMO recibirán dosis de los OMG y sus plaguicidas asociados que reflejen los niveles reales a los que pueden estar expuestos los seres humanos y el ganado.”
Mucha gente tiene preocupaciones de índole ética con respecto a la realización de pruebas con animales y se oponen a su uso para las pruebas de seguridad de OMG y plaguicidas. Entendemos estas preocupaciones y desearíamos que un día las pruebas con animales dejaran de ser necesarias. Sin embargo, mientras la sociedad permita la introducción de sustancias tóxicas y potencialmente tóxicas en el medio ambiente y en nuestro organismo, seguirá siendo necesario realizar pruebas con animales. Estas permiten evaluar la seguridad de los medicamentos y pesticidas. Dado que no está permitido probar sustancias potencialmente tóxicas en seres humanos, las autoridades reguladoras de todo el mundo se basan en gran medida en las pruebas con animales para decidir si autorizar o prohibir una sustancia determinada.
También hay objeciones de carácter científico a la realización de pruebas con animales: concretamente, debido a que dichas pruebas no pueden predecir determinados efectos tóxicos y terapéuticos que las sustancias químicas y medicamentos producen en los seres humanos. Sin embargo, aunque las pruebas con animales presentan limitaciones, en la actualidad son el mejor método para evaluar los efectos tóxicos y cancerígenos (causantes de cáncer) para los seres humanos. Los métodos de ensayo in vitro (métodos de laboratorio en los que no participan animales vivos ni seres humanos) mejoran cada día, pero todavía no pueden sustituir a las pruebas con animales.
Los experimentos con animales están sujetos a estrictas normas de bienestar animal en los países en los que se llevarán a cabo los estudios de Factor GMO. También se deben tener en cuenta las dosis de las sustancias estudiadas. Los animales utilizados en los estudios de Factor GMO recibirán dosis de los OMG y sus plaguicidas asociados que reflejen los niveles reales a los que pueden estar expuestos los seres humanos y el ganado. Estos niveles están por debajo de los límites de seguridad reglamentarios. Si es inhumano someter a los animales de laboratorio a estas dosis, entonces es lógico considerar mucho más inhumano someter a grandes poblaciones de seres humanos y animales a dichas dosis al permitir que se introduzcan en el suministro de alimentos y piensos sin verificar su inocuidad. Esto podría poner en peligro a millones de seres humanos, animales salvajes y ganado. La lógica que sustenta el uso de pruebas con animales es que las sustancias se prueban en unos pocos centenares de animales de laboratorio para salvar a un número ilimitado de animales y seres humanos de las exposiciones tóxicas.